En este período de gran emergencia causado por la propagación de COVID-19, la detección en pacientes potencialmente contaminados es extremadamente importante. La presencia del virus en un paciente se diagnostica mediante frotis de garganta, y la confiabilidad de la prueba es muy importante tanto para los médicos, que deben tener certeza de los datos, como para las personas que deben tener confianza en el resultado para cumplir escrupulosamente a las directivas en caso de resultado positivo.
Por lo tanto, estar seguro de tener datos correctos es fundamental, ya que los "falsos negativos" podrían tener efectos devastadores en la lucha contra la propagación del virus. Sin embargo, para un diagnóstico correcto, la muestra debe verificarse y protegerse durante el transporte a los laboratorios responsables de llevar a cabo el test.
Durante este movimiento, los kits de prueba deben permanecer a una temperatura controlada, entre 2 y 8 ° C, o congelados a una temperatura de -20 ° C, para garantizar la conservación correcta de las muestras y, por lo tanto, la fiabilidad de resultado.
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